Chlewey Thompin 1989 Scripts

Mirá, loco.
Hablale, te lo dice to'el mundo, te lo decís vos y no te haces caso.  No, en serio, loco; hablale

Bien, qué decís, loco.  Analizá tu última semana, llegastes y te digistes que no hay problema, loco.  Dejastes pasar el tiempo sin siquiera acordarte de las matemáticas.  Adí, dirás.  No, son muchas cosas, loco.  Llegó el jueves, no sé que vaina te la metió bien dentro, el aniversario, pensarás, tal vez, loco, o el releer las notas del miércoles, 'tonses las buscaste a ellas, el viernes, el día, se lo preguntaste y les volviste a interrogar el sábado, tu sicosis de la semana, no la debía ser, te conocés bien como para pensar que no iba a haber problema.  El domingo serías cesante, cualquiera de los dos aspectos quedarían suspendidos, y hoy; hoy sólo Adí.  No, loco, vos este año, si lo pasás será de milagro, lucite en el Icfes, lucite en Alemania, ganale a J.E. en ambos, vos podés, y arreglá lo de Adí o no podrás seguir con los estudios por más 405 o oros que saqués.

    No sé si tema escribir.  antes no hilvanaba tres frases, y ahora tampoco, pero al menos ya formo un mini caos de siete frases entre punto y punto.  Esto mismo es una prueba.  Se ve, y si sigo se verá mas, pero qué?, qué le vamos a hacer.  Tengo mi modo de ser y un modo de pensar y un modo de escribir, mala letra, pésima ortografía y una propia sintaxis que no creo que corresponda a la castellana.

Pero,
    qué le vamos a hacer? loco.
dejar pasar,
    dejar seguir,
            Y qué?
    después crece,
        después, no sólo
    te molesta...
        quien quita que te
            destruya, loco.
Pero no es mucho lo que harás,
        y tal vez hasta sea mejor así
            si nunca hubieras hablado quién
    sabe qué estuvieras haciendo,
    Y lo que pasó, pasó
        Sólo intenta sobrevivir.

    Un día decidí que lo que quería era aquello, entre todas las posibilidades, más tardes reducidas a dos, por fin me decidí por cual; el aquello que dije o, mas bien, por esa persona.  Hasta ahí no habría problema, si el mundo hubiese seguido de ese modo, tal vez habría cambiado mi decisión tres o cuatro veces, tal vez lo habría olvidado o tal vez seguiría como un sueño, como soñar que seré presidente y aún así digo que pienso estudiar electrónica y pienso estudiarla.  Pero no tardé en tomar otra decisión, la de evitar que fuera un sueño y lo convertí en uno peor, como soñar que voy a Alemania y me pongo a escribir pendejadas en el cuaderno de español, en vez de estudiar para la previa, y qué más prueba de esto, que estas propias lineas.  Ahora me enfrento a que no sólo es irremovible mi decisión, sino que ésta se ha volcado contra mí, desde que me di cuenta que el sueño era imposible, hasta el comunicarlo y dejarlo pasar sin prever que esto es lanzar un boumerang sin saber como atraparlo al regresar.  No sé donde me equivoqué, en cual decisión, si al escogerla a ella o sencillamente escoger entonces, o en como manejé el asunto apenas decidí.  Pensé tal vez que sería obvio y quise decir "Hola!, aquí estoy" y temí más tarde que no se supiera de donde vino la voz, sólo obtuve un rechazo que me dejó en el suelo, que me dijo "te equivocaste, loco" y que, tal vez, me hizo madurar, me hizo saber que no podía hacer todo sólo por mi, que hay un exterior y un interior ajeno.  Pero soy orgulloso, tenía que levantarme, tal vez cambiar de estrategia y lo hice, dije que no me preocuparía de lo que pasó ni de lo que seguro pasaría, decidí confiar en quien nunca hubiera confiado, mi secreto, supongo que lo que quería era decirlo pero temía, y aún temo, comprometerme, y tras meses de intentarlo poco a poco, buscando disimular, decidí hacerlo directo, ¡fatal coincidencia con la fecha! los intentos de antes por fin surgieron efecto y todo lo que hice con calma quedó terminado a lo loco, a lo chambón, a la carrera y por ende, defectuoso, y en todo, hasta la nota de hoy.

Dígase, hay veces de veces y veces de nunca, por ejemplo, cada vez que intento decir algo, pienso, pienso rápido y pienso mucho; pienso sin palabras, y vaya que vaina, abro la boca o sitúo el lápiz sobre el papel y en nada, bien buscando las palabras o bien porque termino una frase y ya cambiaron las ideas, miremos, puede ser, el encabezado de este párrafo, era otra cosa lo que pensaba cuando lo escribí y otra lo que lo sucedió, pensaba hablar de ese tema de siempre, ese que en todo escrito mío, si no fue el objetivo inicial (sea este el caso ahora) o pasó por algunas de las frases, es un tema que en toda ocasión en que me analizo, sale.  Hasta nombre tiene, una derivación del nombre del objeto del tema, tres letras bisílabo, ni sé por qué temo escribir ahora aquel nombre pero aún así no lo haré, o no por ahora.  Es un tema que me toca hondo, con sus grandes ojos que entran y devastan en un terreno propicio para ser devastado, aquel tema, aquel tema de siempre,, que puede se olvide por momentos pero siempre estará, un tema que nació con el amor, porque es amor, y un tema que creció con el odio por ser este su ante producto, un tema, un simple tema que me tiene en la mierda, ¡jueputa el día en que se me metió ese tema!
un tema que ni sé por qué llamé Adí.

En serio,
        la duda existe
    la duda de quién soy
la duda de qué pienso
la duda de por qué lo hago
la duda de quién es
    la duda,    la duda,    la duda...
    sólo es la duda de quién
    soy, y de ahí la de qué
    hago y...
    el eterno "¿por qué?"
        ¿por qué?...
                la dí...
                    la fe...

Érase una vez...
érase una vez Adí...    Adí, sí.    Sí.
Érase una vez Adí y érase una vez un ser... matemático, pa'más piedra.  Bueno, este ser, ¿por qué no llamarlo Tompín?, existía, simple y llanamente existía, y para él, Adí simple y llanamente existía.  Y eso hasta quién sabe cuando?.  La vaina es que aquel ser, Tompín, dejó de ver en Adí una existencia como cualquiera, aunque aún no en su real dimensión, a la que creo que aún no llegará, sí fue otra cosa, de ahí en adelante para Tompín sólo habría ciento setenta y tres cosas, y Adí era una de las cinco primeras, o de las tres, muchas veces compitiendo (y obteniendo) el primer lugar ante las matemáticas.  Pero no, nunca pudo ser esa vaina perfecta y por el momento Adí está allí, Tompín esta aquí.  Y yo no se que estoy haciendo aquí en medio de ellos.
Atte: Tompín

A esos aburridos que como yo, sólo matemáticas.

Dígase que ni sé que decir.

"Jamás he comprendido por qué dicen que soy lento pa' comprender"
Atte: Germán

    Cuando no hay nada que pensar,         aunque haya mucho por decir...                      ¿Qué escribo?                         no hay nada.

"Modestia aparte, soy modesto"
Atte: Fabio

    Pero qué va?
            ni que me fuera a volver
    loco por la desinspiración la verra-
        ca que estoy pasando.

Pero qué?
    ya lo hecho está, y sólo queda que salga.
                        Salí, vé.

Órale que estás tranquilo, veamos si desistes o insistes, y como que el hecho de que estés escogiendo lo segundo te intranquiliza.

        1.  En mucho menos de doce horas: Bogotá

        2.  Bogotá, es decir:

        a)    Baño (Aunque quien sabe porque por ahí había oído q'disque había cortes de agua)

        b)    Colegio, es decir; vuelan cabellos (y a ver si los de Fabio no vuelan)

        c)    Adí, y esa sí q'es la vaina.

    Y habiendo así concluido...
                ¿Quien dijo que yo soy poeta?

El problema con la muerte es que se acaban las posibilidades. 

Y si se procura una accidente que parezca intento de suicidio, existe, y muy fuerte, la posibilidad de la muerte.

Quiero ser consecuente,
quiero hacer lo que dije;
dije "guerra" y deseo hacer la guerra.
Voy a hacer la guerra...
y por eso dije "no".
Tenía esperanzas, pero dije "no".  Fue error mío, pero dije "no".  A ti, Adriana, te dije "no", y no te puedo pedir perdón.  No puedo pedir perdón...
Por amarte te odié,
por odiarte me maté.
Me maté porque mi esperanza eras tú.
¿Por qué este odio tuvo que primar sobre los actos?
Te odio, Adriana; lo siento pero te odio.
Deseo que lo sepas; te odio.
Y por odiarte me maté.  Deseo que sepas, si sientes dolor, si te causo dolor, es porque te odio.  Me has hecho odiarte.
Quiero ser consecuente;
haré la guerra.

Y ódiame. 

Deberías confiar en la gente, no por eso vas a engreírte, sí has cambiado y tal vez eso no le ha chocado a la gente como pensabas, bueno, una cosa son los compañeros y otra las autoridades, por otro lado, lo que te duele es la confirmación de lo que sospechas, pero tiene ventaja ser pesimista, así no te dará tan duro como aquel primero de agosto.  "Prefiero ni opinar, no tengo una buena impresión suya", es más suave y a la vez igual de duro.  Tal vez más suave porque no esperabas algo de ella, o si lo esperabas, esperabas algo así, pero igual de duro, porque, quieraslo o no, te toca, loco, te toca y duele, eres un estúpido, loco.

Fue un vacío, creo que esta es la mejor descripción de lo que sentí hoy mientras el hermano hablaba.  Pero es que aquella persona que estaba tres puestos adelante... 

        No sé realmente qué siento...  o que siente.
    tampoco la persona que estaba dos puestos a su lado.

    No sé...  hay algo en ambas.  No lo mismo en las dos pero en ambas hay
        atracción y hay repudio,
                    Diría, tal vez,    Miedo.

    Temo.

Pero, ¿A qué temo?
            No sé...

Sólo sé que es algo
            que hay en las dos
                Y no lo mismo en ambas