Anotaciones de tiempo de descanso

¿Se acuerdan de Sebastian? el loco que nos presentaron el otro día en la fiesta de las Torres... ¿cuando fue eso? ¡Ah sí! el día de los quince de Laura, la menor; en la que no sé a que loco se le ocurrió llevar una papayera para tocar el vals; ni que fueran corronchos ¿no? Aunque al fin y al cabo no estuvo tan mal; descontando claro el problema de Samuel cuando se excedió de tragos y se sobrepasó y no poco con Sandrita. Bueno, qué culpa de la pobre Sandra que ni siquiera quería ir a la fiesta, pues nada que ver con las viejas estas otras, pero uste's saben lo que es tener un novio como el Hamid; como por ahí dicen: to's estos árabes son iguales; aunque siempre es que considero al loco, tres años que llevan acá los papás y el todavía nada que nada que logra organizarse; siempre es que le ha sido difícil con el idioma, pero bueno, eso ya es cuento aparte. Bueno el caso es que Samuel y Hamid están que no pueden ni verse, incluso por ahí oí que estaban que se agarraban un día de estos, pero a la macha, con testigos y todo como en las películas de los tres mosqueteros o eso, pero ésta si a puños, o incluso a bala. Aunque a decir verdad creo que son puros cuentos, no como la vez que se agarraron el paisa Carreño con el negro Crená... la vez del partido Millonarios-Colocolo en Barranquilla que me acuerdo que todos estábamos esperando que se acabara la vaina para irnos a la casa a ver como terminaba el partido; siempre es que hay cosas más emocionantes que otras. Bueno, al fin nos enteramos del resultado por radio en la comisaría, o se enteraron ellos, porque uste's saben que a mi ni me va ni me viene el Millonarios por más semifinal de libertadores que sea. A propósito, el paisa acabó de salir del hospital el viernes, y repuesto y todo; menos mal que el negro tiene mala puntería porque mal que bien el paisa es al fin y al cabo buena gente; bueno, sin desconocer que es un perro con las viejas. Bueno, suerte también de que me ha dejado a Tatiana en paz. Lástima que las cosas se estén enfriando entre nosotros; bueno, es que yo con lo bueno que soy para escribir o llamar y ella que quiere que ahorita que está en Bogotá me le esté comunicando casi que no me pide cada dos horas... pero casi. Bueno, el respiro como que lo necesitaba. Antes de que pierda el hilo. Les estaba contando era algo del gringo éste, de Sebastian, ¿no? Bueno, él es ahora el nuevo juguete de Silvia. Bueno, uste's saben como es ella; está que lo maneja con la punta del dedo chiquito del pie, y lo mejor de todo es que el loco se está dejando. Bueno, el cuento viene a que me los encontré fue esta tarde cuando salía del Endi Center y como por esta época estoy así un poco como libre de trabajo, pues los invité a unas copas en las Terrazas de la cuarenta tres. A propósito, ¿saben a quienes me encontré allí? al loco Bermúdez y María Cristina Orjuela... y si ustedes vieran en las que andan. María Cristina Orjuela pasó inscripción hace unos días en la unidad siete; típico, parece que quiere meterse así como de cantante y sin duda cree estar encontrando la horma del zapato en Bermúdez, juraría que ella está tratando de ganarse puntos con el loco, es decir, uste's saben, una vieja con un cuerpo de esos, son de las que creen que todo se logra coqueteando ligero con todo el mundo, y coqueteando en serio con ciertas gentes. Y Bermúdez, pues sí, ni corto ni perezoso aprovecha la situación creyéndose inmune a ser de nombre mujer. Lo de María Cristina Orjuela lo digo con conocimiento de causa, no crean que es que estoy inventando. Antes de que Tatiana saliera pa' Bogotá estuvo la vieja tratando en serio conmigo, eso era pa' dar risas, era que trataba de ni dejarme ni de noche ni de día y así una melcochita completa, insinuándose, usando vestidos escotadísimos, más de los que suele llevarlos, y to' eso. Bueno, también es que cuando uno es feo como yo, sabe que una mujer de esas sólo va en busca de la posición... a decir verdad cualquier mujer que esté encima de uno; hasta mi queridísima Tatiana en un principio iba tras eso. Lo de María Cristina Orjuela si era demasiado obvio, tanto que ni Tatiana le puso cuidado. Aunque lo mejor sí fue la apreciación de Silvia de "pobre María Cristina, no sabe con lo que se mete". Bueno, es que ella sí sabe lo que es Bermúdez, quien lo ve tan inocente, pero eso es otra historia, ¿Cómo es que se dice? secretos de estado entre la unidad cinco y unidad siete. Sebastian me contaba que estaba tratando de montar un negocio así como de exportaciones-importaciones y demás con Mayami y, lógico, el hablar con nosotros no le caía precisamente mal. Sin embargo, y me gustaría aclararlo, tengo mi dudas sobre si la idea es suya o es de Silvia. Siempre es que la pela'a ha tenido sus cosas y este cubano agringado no más cara sino de ser lo que dije, el juguetico de la vieja. Pero no cae nada mal, al fin y al cabo, ya que la mierda en los Estados Unidos parece estar llegando a punto muerto. Pero sí, repito si es que ya lo he dicho, me da lástima con el gringo, sin duda ya le habrá tenido que aguantar bastante a Silvia y no, no debe ser fácil. Pues si la pela'a fue capaz de sacarle los nervios a Ermenio Serna en dos semanas que anduvieron juntos y que no hablar de los subordinados; nada más con las estadísticas del centro médico, las que maneja la gordita Sarmiento, aparece la unidad cinco como la de mayor nivel de estrés de la compañía. No, es que la vieja es de las que exigen y duro. La otra vez tuvo Pablo Villanova que presentarle treinta propuestas distintas para la reorganización de la oficina, imagínense, todo un diseñador de sistemas especializado en fábrica, teniendo que seguirle los caprichos a esa vieja, pero a decir verdad ¿quién a ese nivel es capaz de decirle que no a Silvia Alexandra Schwarzstein Rubio, de los Rubio de Santa Fe? nosotros porque la conocemos como una muchachita de papi temperamental pero dominada bajo cierta autoridad, pero aún así apostaría a que ninguno de nosotros esperaría quedar debajo de sus uñas. Sebastian salía esta noche para Mayami, fue lo último que me contaron cuando se despidieron y estaría regresando pa'l quince ya con las conexiones hechas para empezar su negocio, y aunque me parece, no sé, como muy ingenuo, creo que hay esperanzas en esta mierda. Mientras tanto Silvia parece que va a su Santa Fe de Bogotá en una visita no oficial, oficialmente hablando, como decían en una película que vi hace años. De las cosas en Bogotá, no es mucho lo que puedo contar, las últimas veces han sido así de paso y apenas sí he salido d' Eldorado; bueno, los reportes comerciales indican que las vainas van bien, insuperables diría pero mejor no me meto con la palabrita porque resulta cierta: todo todavía se puede superar. El viaje de Silvia todavía no me queda claro y sobre todo no queda claro el punto de si es o no es viaje de placer; y el punto es un punto que considero serio. En últimas, también es cierto, puede no salirse del viaje tipo Fernando Restrepo de la época de cuando se hacía sus escapadas a Nueva York cada dos semanas o algo así que ni turismo ni negocios ni nada pero terminó logrando un buen contrato quedándose él con la mejor tajada... de la agencia de viajes. A propósito de fernandos, el mes pasado conocí a un tipo, Ferdinand Crownell se llama, lleva como un año en la ciudad trabajando en las refinerías, nada especial, simplemente como un obrero más, pero resulta, aquí viene el caso, el tipo conoció a Juan Enrique en París y recordaba haber salido con el a levantar el almuerzo tocando en los metros, sí, durante el periodo de prueba de Juan Enrique. El loco está así como interesado en lo que hacemos, he hablado con el ahí un par de veces y resulta así como nais, tiene sentido de superación, también. Bueno, no viene al caso creo; simplemente uno de tantos de los que uno ve en esta ciudad por estos días. ¿Saben qué? Con todo esto de que Silvia se la pase viajando a Bogotá, Tatiana allá y estas mierdas, me ha empezado así a entrar la nostalgia. Todavía no tengo así nada seguro pero tengo así como pensado trasladarme de nuevo por allá a la nevera. Espero no me vaya a pegar duro la reaclimatación, es decir, bueno, ya tantos años fuera... ¿pero que? buena rutina de ejercicios, ningún exceso en mi vida futura... estoy ya hablando como si ya estuviera allá ¿no? Sí, tal vez algún día de estos me les vuele. Lo que le temo en realidad a la vaina es que tantos años de no estar allá, sé que va a ser chocante no encontrar las expectativas que uno se arma, acordarse que el pueblo de uno es una realidad como todas pero aquí sin los amigos de la vida diaria. Sí, ¿qué me voy a poner a buscar los amigos del colegio metidos en sus vainas allá de la universidad o el trabajo? ¿una familia que empieza a ser ajena?... es que ni por Tatiana. Pero sí pienso por lo menos empezar a tomar un papel más activo en los negocios allá; unos cuantos viajes al mes, estar así moviéndome entre estos dos puntos. ... luego... tal vez, levantarme una vieja, armar negocios raros y terminar estilo Fernando Restrepo o, como me imagino, estilo Silvia. Aunque Fernando Restrepo terminó viviendo fue en Francia, allá por la costa azul... sin parar su viajes a Nueva York, desde luego. En resumen: Sandra Cecilia Torres entró en la unidad cuatro, ya, definitivo. María Cristina Orjuela quiere meterse a la siete, usando las peores palancas que se le pudieron ocurrir. Jon Crená quiere ahora meterse de cura, después de lo de Carreño, la novia y todo, para irse después de misionero a Nigeria, no son cuentos. Silvia Schwarzstein encontró un nuevo juguete con el que piensa abrir linea con los Estados Unidos, se llama Sebastian Pérez y conoce gente más o menos pesada en Miami. La misma vieja está ahora camino a Bogotá y lo único que tengo claro es que no es a visitar al viejo Evaristo, al papá, que está internado en la Shaiio desde hace un par de semanas. Cecilia Sarmiento, la gordita del centro médico, se casa por estos días, un búlgaro creo que es el novio. Apareció un amigo de Juan Enrique Contreras, un joven inglés con el que estuvo aventurando en París llamado Ferdinand Crownell. Laura Torres, la menor de las hermanas de Jéssica y de Sandra Cecilia, se cree ya una niña grande y no hay quien la saque de las oficinas. Tatiana sigue en Bogotá. El paisa Carreño ya salió del hospital después de como dos meses de convalecencia. Hamid Ibrahim y Samuel López no han hecho las paces y las cosas se ven serias. Santa Fe le ganó a Millonarios (¡Importantísimo!). Esto, amigos, a sido así en resumen el resumen resumido de los acontecimientos acontecidos en el acontecer de la última semana en este loco pueblo de locos (El partido Santa Fe - Millonarios fue en Bogotá, pero también fue importante).

Roberto Carlos Espitia Suárez
Director de la unidad uno.